El arte de escribir, es el arte de observar
Les quisiera hablar del inmenso placer que es la ESCRITURA; este mundo interior que mueve nuestros pensamientos y nuestras manos, y seguramente las de muchos de ustedes también. Un mundo que, a fuerza de poner negro sobre blanco, como decía Hemingway, es capaz de transportarnos a lugares insospechados, a mundos no vividos y a momentos del pasado como si penetráramos en un túnel del tiempo. Tiene tal poder la ESCRITURA que es capaz de hacernos olvidar por momentos los momentos reales.
Y como ESCRIBIR es abarcar los sentimientos y los odios todos, no me queda más remedio que brindarles lo que algunos escritores sostienen sobre este hecho, aparentemente tan sencillo. Así, Álvaro Mutis dice que “es la comprobación de que somos humanos”; Amos Oz piensa que “la literatura consiste en invitar a los muertos a tomar café en mi casa para hablar con ellos”; Suso de Toro sostiene que “escribir se escribe como se vive, uno solo”; Luis Landero cree que “el arte de escribir es el arte de observar”; y nuestro querido Juan Cruz Ruiz dice que “escribir es como salir al mar”.
Y de eso sabemos mucho por aquí
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Aguadeluna -