IMPOTENCIA
La impotencia que te produce el escuchar, una semana sí y otra también, cómo son maltratadas y asesinadas un sinfín de mujeres a manos de esos "terroristas domésticos”, en el cobijo de sus hogares, en el rellano de una escalera, en un portal, en la calle, en fin, en cualquier lugar; o las acciones perpetradas por esos seres irracionales llamados pederastas, que utilizan a los niños para satisfacer sus más bajos instintos, comprando o vendiendo imágenes aberrantes como si de una feria de ganado se tratase; o esos otros violadores reincidentes que a pesar de cumplir una condena y ofrecerles todos los medios necesarios para su reinserción vuelven a delinquir en lo mismo; me ha hecho llegar a una conclusión, para mí definitiva: (aunque, según los legalistas no se ajuste al derecho que esos indeseables tienen sobre su intimidad, protección, etc, etc.) que todos conozcamos quiénes son y dónde residen cada uno de ellos.
Sé que es un tema polémico, pero hace escasos días escuché una entrevista con el alcalde de una ciudad vasca, concretamente de Baracaldo, en la que decía que estaba dispuesto a colgar en su página web todas las sentencias condenatorias de todos esos violentos maltratadores residentes en su municipio; sólo haría público aquello que ya lo era por medio de esa sentencia.
Pienso que es un paso importante a imitar por el resto de los municipios en los que existieran individuos de esta calaña: maltratadores, pederastas, violadores. Creo que así no se conculcarían esos derechos que tanto los protegen y que. Para mí, perdieron desde el momento que, escudados bajo una máscara de “personas normales” maltrataron y violaron una y otra vez.
Todos tenemos derecho a saber con quiénes convivimos para proteger a nuestras familias, cada mujer debe saber si ese hombre que acaba de conocer, bajo esa apariencia de normalidad, tiene unos antecedentes como maltratador y si realmente ha cambiado y ha sido capaz de reinsertarse en esta sociedad.
Me gustaría saber si por medio de las instituciones competentes existe un verdadero seguimiento a todos estos individuos que, a pesar de haber cumplido sus sentencias, los informes de los diferentes expertos coinciden en demostrar que no son aptos para una convivencia normal con el resto de los ciudadanos. Creo que por noticias que nos llegan por diferentes conductos, eso no es así.
Si eso no es así porque según la ley, quien cumple su condena queda exonerado para siempre aunque quede demostrada su no reinserción, será necesario cambiar la ley y adaptarla a estos casos concretos. No podemos seguir así: maltratadores que salen de la cárcel y van a por su víctima, violadores que salen de la cárcel y vuelven a violar, pederastas que después de cumplir sus condenas en otros países, se establecen en el nuestro para reincidir en lo mismo.
Nuestros tres poderes establecidos en la Constitución: Legislativo, Ejecutivo y Judicial, deben poner manos a la obra para establecer unas leyes que ayuden a eliminar, de una vez por todas, esta lacra social. ¡Todos lo estamos demandando a gritos!
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